La publicidad y la música siempre han formado un tándem altamente exitoso. Muchos de los jingles de la publicidad de estos últimos años son canciones que la gente posee en su memoria musical, y que canta casi de manera inconsciente. Esta unión tan estrecha hace que los expertos se planteen una dependencia entre ambos elementos. En un principio, costaba convencer a los artistas para que cedieran sus derechos para reproducir su música en publicidad, ahora ellos acuden deseando que su música se escuche en cuñas y spots. Música y publicidad están destinados a caminar juntos, pero habrá que esperar para que llegue el equilibrio y que ninguno de los dos destaque por encima del otro.
Lo que queda claro es que, sin la música, la publicidad tiene muy difícil llegar a la gente, y a su vez, la publicidad es un importante trampolín para que la gente escuche las canciones de los artistas y se "animen a comprar el disco". Las marcas hablan de valores y emociones, y es la música el medio ideal para transmitirlo. Gracias a esta unión se han podido recuperar antiguos éxitos musicales, y que la gente joven de ahora los cante y escuche. Así que queda mas que desmostrado de la importancia de la música en la publicidad. ¿Quién después de ver un anuncio y gustarle la canción no ha ido al buscador para encontrarla porque no para de tararearla?
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